La naturaleza: clave de la educación del futuro

La naturaleza una aliada para el desarrollo, los aprendizajes y el bienestar de los niños y niñas. La importancia del contacto con espacios vivos para un futuro sostenible.

por Pas d’Infant, Maria Castellana y Vicky Mateu

La naturaleza ofrece a los niños y niñas la posibilidad de desarrollarse a todos los niveles simultáneamente: motriz, sensorial, social, cognitiva, emocional y espiritualmente. Esta experiencia holística conlleva aprendizajes globales, complejos, significativos y llenos de riqueza, en los cuales las distintas áreas de conocimiento están interrelacionadas. Estas experiencias fomentan el desarrollo del cerebro, de tal manera, que después las niñas y niños pueden afrontar con éxito otros aprendizajes complejos cognitivos.

La naturaleza por ser un espacio vivo y neutro, en constante cambio y movimiento, nos lleva a fomentar nuestra flexibilidad, aumentar nuestra capacidad de adaptación y desarrollar nuestra creatividad. Además, durante las salidas a la naturaleza las niñas y niños desarrollan capacidades prácticas, valores éticos, habilidades sociales, gestión riesgos e imprevistos, y toma de decisiones. Esto fomenta la adquisición y el equilibrio de los tres pilares básicos del desarrollo infantil: autoestima, autonomía y autorregulación; y permite la maduración del pensamiento crítico, complejo y creativo.

Estar en la naturaleza además posibilita a las niñas y niños enraizarse y ubicarse en el espacio y tiempo, porque tienen vivencias y experiencias dentro de ciclos temporales (ej. diferentes estaciones y momentos del día, causa-efecto), geografías y tipologías de entornos diferentes. Ser conscientes de su espacio tiempo les genera seguridad, les ofrece una estructura conceptual en la que enmarcarse y les proporciona la comprensión de lo que está sucediendo y las consecuencias de esto.

A la mismo tiempo, las experiencias en la naturaleza generan bienestar y salud en un momento evolutivo en que las niñas y niños están en pleno desarrollo (disminuyen el estrés, aumenta el sistema inmunitario, regenera las células, aporta claridad mental, entre otros aspectos), proporcionando un estado de vitalidad, calma, motivación y serenidad.

Estar en contacto con ella nos recuerda que nosotras y nosotros también somos naturaleza; entenderla nos ayuda a entender los ecosistemas y entendernos a nosotros mismos como seres vivos y “naturales” (nuestros ciclos, cambios, procesos internos, etc.). Cuidar de la naturaleza es cuidar de nuestro propio hogar, puesto que habitamos en ella y dependemos de ella para nuestra supervivencia, desarrollo y bienestar.

El contacto regular con la naturaleza promueve que los niños y niñas adquieran las actitudes y valores necesarios para construir un mundo viable; por eso la naturaleza debe tener un rol primordial en la educación, en ella aprenderemos todo lo necesario para caminar hacia un futuro sostenible y respetuoso con nosotros y nosotras, los demás y el entorno.

Pas d’Infant

Equipo de formación y asesoramiento en educación y acompañamiento emocional de los niños y niñas,